Arquitectura del Aquinas: un emblema de diseño y funcionalidad

La torre es el edificio principal del Aquinas, en la que se encuentran la mayor parte de las instalaciones comunes y un gran número de habitaciones. Las habitaciones se distribuyen en ocho plantas, con doce en cada una. Las mayores características de las habitaciones son sus detalles. En primer lugar, todas tienen una gran ventana para que entre mucha luz y se pueda estudiar debidamente. En segundo lugar, su disposición a lo largo de cada piso provoca que estén más aisladas las unas de las otras y favorezca que haya una mayor tranquilidad. Por último, todas cuentan con una pequeña terraza, de modo que se puede estar fácilmente en contacto con la naturaleza.

Finalmente, en las plantas inferiores están los principales servicios: el hall, la recepción, la cafetería, el comedor, las salas de estudio, etc. Además, el edificio cuenta con modernas instalaciones que garantizan el confort y la funcionalidad para todos sus residentes. El diseño arquitectónico no solo prioriza la comodidad y la privacidad, sino que también promueve un ambiente de estudio y convivencia armonioso.

Sin duda, se trata de un gran edificio, merecedor del Premio Nacional de Arquitectura que obtuvo en 1956. Este reconocimiento destaca su innovación en el diseño y su capacidad para combinar estética y funcionalidad, convirtiendo al Aquinas en un referente arquitectónico de su época.